Miguel se topó con todo un chollo vacacional; un apartamento frente al mar a disfrutar de por vida durante tres semanas al año. Pagó 13.000 euros pero nunca lo pisó: "Me siento un mierda, me han engañado, se han reído de mí, mis hijos se han quedado sin vacaciones".

Como él, 1.600 familias contrataron con la empresa Mundo Mar un piso vacacional en multipropiedad, a repartir por turnos durante tres semanas, pagando entre 3.000 y 12.000 euros anuales.

Pero al ir a disfrutarlos descubrieron que era un engaño: o Mundo Mar no era propietario o incluso no existían, como contaban los afectados en los 90. "Nos quedamos sin dinero y sin vacaciones", explicaba una afectada.

Años después se juzga en la Audiencia Nacional, donde los presuntos responsables niegan el timo. "Yo creo que sólo se quedaron sin piso una o dos personas", ha declarado Antonio González, procesado.

Pere es otro afectado, el banco le adelantó 9.000 euros que aún le siguen reclamando aunque nunca disfrutó de las vacaciones: "Todavía me piden que pague el crédito de 9.000 aunque no tuve vacaciones". Alberto, también afectado, decidió crear una asociación, desde donde avisa a posibles nuevos afectados: "Por desgracia, se siguen vendiendo semanas de tiempo compartido que ahora llaman semana flexible". Una estafa que suena a pasado pero que sigue muy presente.