La lucha contra el ciberterrorismo se ha convertido ya en una gran prioridad para muchos países. En un mundo cada vez más hiperconectado, los dos ataques globales de 'wannacry' y la variante de 'petya', en sólo un mes, han hecho saltar las alarmas.

"Pueden producirse más de este tipo o aprovechando otras vulnerabilidades de otro tipo. Estamos expuestos totalmente y eso es una preocupación que tenemos que tener en cuenta porque no hay forma de pararlo", explica Luis Ojeda, experto en ciberseguridad 'Always On'.

Los ataques con 'ramsonware', virus que bloquean archivos para pedir un rescate, han revolucionado el cibercrimen. Todo empezó cuando un grupo de hackers, los 'Shadow Brokers', robó varias herramientas de la Agencia Nacional de Seguridad Americana.

Ahora, han anunciado que pondrán a la venta nuevos virus. "Van a ir sacando por suscripción una serie de herramientas a disposición de sus suscriptores", explica Eusebio Nieva, director técnico 'Check Point Iberia'.

Aunque el objetivo principal de los ciberataques es económico, también se sospecha de intereses políticos ocultos. "En el primer ataque estaba detrás un grupo de hackers de Corea del Norte. En este caso ya empieza a haber rumores de que eran hackers rusos", asegura Eusebio Nieva.

Países, empresas y particulares son igual de vulnerables ante estos ataques informáticos. "Pueden entrar en el móvil, robar información. Nos pueden hacer que quiten la alarma de seguridad de nuestra casa", recuerda Ojeda.

Hasta los coches de conducción autónoma han sido ya controlados por hackers. Por ahora, las únicas vacunas contra los virus del ciberterrorismo son los parches en los sistemas operativos y guardar nuestra información con copias de seguridad. A poder ser, por duplicado y en discos duros sin conexión a Internet.