Harry Brown, un estadounidense de 21 años, había visto una publicación en Facebook en la que Gary Foster y Kim Foster denunciaban que el padre de su nieta de cuatro años la había secuestrado, ya que no tenía la tutela.

La familia estaba terriblemente preocupada porque el hombre le podía provocar a la pequeña "daños emocionales". El joven descubrió dónde estaba la niña porque tenía al padre entre sus amigos de Facebook, pero con un nombre diferente. "Me paso la vida en Internet, pero no me imaginaba que hablar a la gente al azar llevaría a encontrarme esta niña", asegura Brown, en declaraciones recogidas por 'The Mirror'.

El joven comenzó a investigar en la cuenta del padre para poder rastrear dónde estaban. Comenzó a hablar con el padre y consiguió saber que se encontraban alojados en un hotel de Arizona junto a su actual pareja y la pequeña.

Harry Brown engañó al padre diciéndole que le iba a invitar una pizza, por lo que el hombre tuvo que darle la localización del sitio donde estaba: "Me dio su dirección y número de habitación exacta". En cuanto el chico tenía la localización avisó a la Policía, que se encargó de detenerlo.