Un joven iba en un autobús de Seattle con un brazalete con una esvástica.

 

Al verlo, un usuario de Twitter publicó una foto suya alertando que había un neonazi en la ciudad, "por si alguien de la zona quería pegarle una paliza", y aseguraba que había estado acosando a un joven negro en el autobús.

 

90 minutos después, el mismo usuario, subió a la red una imagen del joven inconsciente en el suelo y acto seguido empezó a circular por Internet un vídeo del brutal puñetazo que otro joven habían propinado.