Entre seis y siete minutos es el tiempo que Miguel Ángel López tuvo para disparar a su suegra en un concesionario y marcharse de la escena del crimen. Así se describe en el sumario, según algunos medios.

María del Carmen llegó acompañada de su hermana María Antonia y en la puerta les saludó su yerno, Miguel Ángel. El sumario relata que les sorprendió, porque desde el conflicto por la acción de oro ya no se hablaban.

María del Carmen fue andando hasta el lavadero donde estaba aparcado su Porsche Cayenne, allí Miguel Ángel le entregó en mano la llave y presuntamente le descerrajó dos tiros. Después volvió a las oficinas, habló con algunos empleados y se marchó.

La entrega del coche se hizo en el lavadero cuando el protocolo de la empresa marca que debe hacerse en el parking. De hecho, según la investigación el Porsche estaba a medio día en el aparcamiento pero alguien lo volvió a meter en el lavadero.


La relación entre la familia Sala Martínez no era cordial, queda recogido en el sumario donde explica que las hijas de Mari Carmen cogieron las llaves del cajón en el que su madre guardaba las joyas para fotografiarlas. "El objetivo era poder dar testimonio de lo que había en esa caja, por si algún día desaparecían", explica una de las hijas en su declaración.


María del Carmen se dio cuenta de que alguien había revuelto en el cajón, se planteó denunciarlo pero se retractó. Según el sumario, la viuda del expresidente de la CAM no quería escándalos.