Las Hortichuelas, Almería, 27 de febrero. Eran las 15:30 horas cuando se vio a Gabriel por última vez con vida. Salió de casa de su abuela dirección a la de unos primos, ubicada a sólo 100 metros de distancia.

La abuela lo perdió de vista cuando giró, cuando estaba a sólo 15 metros de la vivienda. Sobre las 18:00 horas, la abuela del menor y la novia del padre, Ana, denuncian que el niño nunca llegó a casa de los familiares. Desde ese momento comienzan las primeras batidas en la zona cercana al lugar de la desaparición.

Cuatro días más tarde, el 3 de marzo, Ana, la pareja del padre de Gabriel localiza una camiseta blanca en una de las batidas. Los padres confirman que pertenecía al menor. Estaba a unos cuatro kilómetros de Las Hortichuelas, en una depuradora cerca de Las Negras.

El 5 de marzo el propio Zoido comunica que la camiseta es de Gabriel, tenía su ADN. Desde entonces, más de 1.500 profesionales y 2.600 voluntarios han buscado a Gabriel.

Un perímetro de más de 12 kilómetros en los que se han registrado más de 400 puntos concretos como pozos, zanjas o aljibes. 12 días después se han confirmado la triste noticia, la aparición del cuerpo del pequeño Gabriel en el maletero del coche de Ana, la pareja del padre.