Cristina, de 71 años,
acababa de hablar por teléfono con su hija y se disponía a entrar en el portal
de su casa, pero un hombre se acercó por detrás, le dijo algo y la tumbó de un
puñetazo. La mujer cayó a plomo,
inconsciente, y él le arrancó el bolso antes de huir.
El
autor confeso dice que estaba enloquecido por la cocaína y necesitaba dinero. Al
principio le acusaron también de otro robo, ocurrido solo media hora antes, a
unos pocos metros. Alguien atracó de la misma forma a otro hombre de 82 años, pero
han archivado ese caso por falta de pruebas. El acusado lleva dos
años en prisión provisional a la espera de juicio.