El infierno de Conchi duró cuatro años. La fiscal ha sido rotunda: "se convirtió en el puching-ball del agresor".

Amigos y familiares de Conchi han contado que conocían los malos tratos que sufría. "La sometía a humillaciones, le metió la cabeza en el váter", ha declarado una amiga de la víctima.

Agresiones verbales y físicas que empezaron en 2011. Cuando estando aún embarazada Rosendo, su expareja, tras golpearla y amenazarla le abandonó en un descampado. Fue su cuñado el que tuvo que ir a socorrerla

Su anterior pareja, Sandra, le abandonó por su carácter violento. En el juicio ha declarado que, tras un forcejeo, acabó la relación.

Conchi acabó en silla de ruedas, la noche del 30 de mayo de 2015 recibió la última paliza en presencia de su hijo de cuatro años. Huyendo, se lanzó por la ventana.

Una noche en la que, según el presunto agresor, llegó borracho. Los familiares de Rosendo han reconocido que si bebía se ponía agresivo, pero han negado los malos tratos.

La Fiscalía mantiene su petición de 21 años de cárcel. La defensa ya no pide la absolución y ha reconocido dos de los delitos.