La causa feminista incluso acerca ideologías que están en las antípodas. Desde Podemos: "Si no decimos sí, es violación. Si los jueces no lo entienden, lo explicamos por millones en las calles. Nos acompañamos, nos cuidamos, nos defendemos: no estamos solas" defendió Irene Montero.

Hasta la ministra de Defensa: "Como mujer me cuesta mucho asumir el contenido de la sentencia. A mí que la sentencia les suponga nueve años de prisión me parece poco, me gustaría que fuera más".

También pone en el mismo terreno a intelectuales como Almudena Grandes: "No es no ya no es suficiente, ¿no? Ahora habría que gritar solo sí es sí. Que tengamos que salir a la calle a decir esto dice mucho del retroceso al que está expuesta la igualdad entre hombres y mujeres".

Y a una de las mujeres más influyentes del mundo, la presidenta del Banco Santander: "El veredicto de La Manada es un retroceso para la seguridad de las mujeres". Ana Botín enlazó además un artículo de un experto en psicología en el que explicaba que quedarse paralizado es una respuesta de nuestro cerebro al peligro.

La indignación y la lucha feminista se ha convertido en un movimiento transversal. Según sus líderes, es imparable: "Esto lo conseguiremos porque estaremos todos los días en la calle. Estaremos todos los días reclamando esto hasta que se consiga. Que nadie se quede tranquilo: mientras no haya una justicia y una ley como nos merecemos las mujeres en España" defiened Lidia Falcón.