Casi la mitad de los jovenes de entre 14 y 18 años no creen que beber cada fin de semana, sea un problema. "Por un lado son motivaciones para socializar con el entorno, esa presión entre iguales pero por otra parte hay una parte de experimentación, el problema es cuando toda esa experimentación se puede convertir en un hábito", explica Bosco Torremocha, director de la 'Federación Española de Bebidas Espirituosas'.

Aunque continua la tendencia a la baja del consumo entre menores, el alcohol sigue siendo la sustancia psicoactiva más consumida entre ellos. Cervezas a diario, y copas durante el fin de semana. Solo tres de cada 10 adolescentes no lo habrían probado nunca.

"El consumo entre menores tiene que ser cero, un millón de menores han consumido alcohol en los últimos meses, y un 50% de los padres se lo permiten", añade Torremocha.

Y ojo, porque la próxima ley de alcohol podría sancionarles también a a ellos si sus hijos beben. Es una de las recomendaciones de cara a esa nueva ley. Otras, acabar con el botellón, controles de alcoholemia para menores por la calle, terminar con los happy hour, prohibir la venta de bebidas alcohólicas en gasolineras y limitar la publicidad.

"Esperamos la ley de prevención del consumo de alcohol como una noticia necesaria adecuada y tenemos que hacer todo lo que está en nuestras manos porque dentro de poco podamos decir menores ni una gota", concluye Torremocha.

El objetivo, retrasar la edad de inicio del consumo hasta los 18 años y concienciar sobre el riesgo de esta práctica entre los más jóvenes.