Aunque este jueves
Canencia se despertaba cubierto de nieve y bajo cero, ha habido valientes que
han salido a la calle prácticamente a pecho descubierto.
Es el quinto día de
nevadas en la Sierra de Guadarrama así que ha habido que acostumbrarse a hacer
uso de todos los utensilios posibles para hacer vida normal: bastones de nieve
que este jueves no sirven para esquiar, Navacerrada ha tenido que cerrar sus
pistas por alertas de viento y en Valdesquí solo hay 6 kilómetros abiertos por
causa del temporal.
En Ávila, la nieve
acumulada en las calles ha agotado las provisiones de palas en las ferreterías
y ha disparado las llamadas a la Policía en un 500% y ha hecho que el
aparcamiento en la calle tenga que ser gratuito.
Pero la peor parte se la
lleva el cantábrico: una nueva borrasca ha entrado por el norte dejando rachas
de viento de hasta 90 kilómetros y un fuerte oleaje. El agua llega hasta los
restaurantes en Boiro, A Coruña.