A plena luz del día, con la playa llena y siendo incluso animados: es la realidad de puntos del Campo de Gibraltar como Algeciras, San Roque o La Línea con las lanchas de los narcotraficantes. "Estas embarcaciones están entrando como Pedro por su casa por la playa. Esta gente a la Policía local no le tienen ningún respeto, yo he visto hasta apedrearlos. Los vecinos se quejan pero tienen miedo", explica un vecino.

Las fuerzas de seguridad se llevan la peor parte, Raúl está de baja después de ser embestido en su coche por unos narcos: "En la comandancia en lo que va de año hay nueve agentes heridos por embestidas de coches de narcos contra nosotros".

En la zona hay unos 2.000 policías y guardias civiles, obligados a convivir con las amenazas y los vecinos tristemente cada vez más acostumbrados a estos incidentes. En muchos barrios problemáticos impera la ley del silencio y al que se atreve a hablar recibe insultos.

Miguel Alberto no se calla, lleva 30 años enfrentándose al narcotráfico desde su coordinadora. Ha llevado a algún narco incluso a juicio: "Tenemos que estar con el miedo de las amenazas, pero los miedos hay que afrontarlos".

Todos exigen medidas inmediatas y efectivas contra los narcos, una minoría que daña mucho la imagen del Campo de Gibraltar.