Derrumbada. Apenas podía sostenerse en pie la madre de Lucía al conocer que el cuerpo de su hija se encontraba en las vías del tren. Se abrazaba a un Guardia Civil desconsolada. El informe de la autopsia ha revelado que la pequeña de tres años desaparecida horas atrás en Pizarra murió por un golpe en la cabeza.

No presenta ninguna otra lesión. El maquinista de un tren de cercanías fue quien la encontró. Paró el convoy en seco. Fuentes de la investigación confirman que la niña estaba acurrucada entre las dos vías. Jorge, el Guardia Civil que ha ejercido de portavoz, ha asegurado que "en un momento se acurrucó, se agachó y permaneció ahí hasta que todo aparece apuntar que un tren le golpeó la cabeza".

Lucía jugaba con sus primos en una plaza de la localidad de Pizarra, junto a la estación. Sus padres, mientras, cenaban allí, en un bar. En un descuido, la perdieron de vista, sobre las 11 de la noche. La hipótesis que toma más fuerza de la Guardia Civil es que la niña anduvo unos tres kilómetros recorriendo las vías. El Secretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto, ha señalado que "una desorientación de la pequeña la llevó a hacer un recorrido bastante largo".

Aunque no se descartan otras líneas de investigación, ya que la distancia es muy larga para una niña de tres años la recorriera andando y prácticamente a oscuras. Fuentes de la investigación confirman que fue un segundo tren el que se percató de la presencia del cuerpo la menor. Anteriormente, había pasado ya uno. La Guardia Civil insiste en que no se cortó el tráfico en esta vía porque nunca se pensó que la niña pudiese llegar hasta aquí.