Los científicos no tienen dudas: detrás de la intensa ola de calor que está azotando España está el cambio climático. La temperatura de la Tierra cada vez es más alta. Durante los meses de verano ya ha aumentado entre uno y tres grados, y llevan años advirtiéndolo: el 75% de los fenómenos extremos de calor están asociados al cambio climático a las emisiones de dióxido de carbono.

Esto está provocando que el verano cada vez llegue antes. En concreto, un día antes cada año, y esto desde 1980. Por esta razón, junio está dejando de ser un mes primaveral. "Si comparamos el mes de junio con los de décadas anteriores, según los registros históricos vemos que esa temperatura ha aumentado", señala Tatiana Nuño, responsable del departamento de Cambio Climático de Greenpeace.

Una evidencia es que esta ola de calor no corresponde a la llegada de ninguna masa sahariana o tropical. Las condiciones atmosféricas son normales. Lo que ocurre es que la masas de aire se queda estancada sobre la península y se va calentando; esto es, retroalimentándose. "Estas bolas de calor van a ser más frecuentes, duraderas y peligrosas", destaca Nuño.

Las grandes ciudades no podían faltar. Allí se genera el 'efecto isla de calor'. El asfalto absorbe calor y lo expulsa, actuando como emisora del calor, igual que los coches, frigoríficos o aires acondicionados. Esto da lugar a una ecuación muy peligrosa: a más calor, más CO2 emitimos.