La Audiencia Provincial de Asturias, con sede en Gijón, atribuye al hijo "desidia, indolencia y falta de interés para procurarse su independencia económica". Además, según informa 'El Comercio', cuando el hijo supo que su padre había presentado una demanda para dejar de proporcionarle 550 euros mensuales, se opuso y además pidió aumentar la pensión a 616 euros.

Esa petición fue denegada por el Juzgado de Primera Instancia número 9 de Gijón y en la sentencia alegan que se trata de un caso de "parasitismo social" y justifican la retirada de la pensión por "su indolencia y falta de interés en procurarse una independencia económica".

La pareja inició los trámites de separación en 1999, cuando el joven tenía diez años, y según la sentencia, no consta actividad alguna tras cumplir los 22: "Desconocemos lo que hizo posteriormente ese año y el siguiente".