Colgando un vídeo en Facebook, que graba rodeada de los suyos, Jimena Rico reparte agradecimientos: "Muchísimas gracias a toda la gente por todo el apoyo que hemos tenido, que hemos recibido; aquí estoy con mi familia, con mis amigos de toda la vida, todos bien contentos, felices, Shaza está aquí, gracias a todos ustedes, a todo el apoyo.

Jimena y Shaza han tenido bienvenida por todo lo alto. "¿Están haciendo una pata de venado?", bromea. Con barbacoa, especial cariño hacia su madre Teresa y hacia Tamara, una de las dos amigas que las trajeron en coche desde Barcelona, tras ser deportadas de Turquía, hasta Torrox, Málaga.

Su hermana María, la primera en abrazarlas al llegar, contaba que siguen muy afectadas, pero intentando echarle humor: "Jimena intentaba enseñarle a Shaza canciones en español en el calabozo".

Terminaron en calabozos turcos, después de, según cuentan, huir de Dubái, donde el padre de Shaza la había denunciado por ser homosexual y también de Georgia hasta donde él las persiguió. Mientras se esperan todos los detalles del periplo que mantuvo a toda la familia de Jimena en vilo, que darán en rueda de prensa, Shaza ya es una andaluza más.