Djamel Benrejdal, jefe de la pizzería de Scarborough, en Inglaterra, arrojó agua hirviendo a Chouaib Boussera, cocinero de 30 años, porque "la cáscara de huevo se había agrietado y la clara de huevo se había salido de ella", según explicó la víctima al tribunal que está juzgando el caso.
Según informa el diario 'Daily Mail', el hombre de 49 años, acusado por la agresión, intentó manipular las grabaciones de seguridad del restaurante para que todo pareciera un accidente.
Tras la agresión, obligó al cocinero a seguir trabajando y no le llevó al médico. Después de vendarse el brazo y aplicarse un preparado de yogur, miel y cebolla, tuvo que seguir cocinando a pesar del terrible dolor.