La epicatequina también se encuentra en el cacao, el vino tinto o el té verde y se le relaciona con propiedades antioxidantes benéficas para las personas. Uno de los investigadores de la Escuela Superior de Medicina del Instituto Politécnico Nacional, José García Sánchez, encontró que muchos de los compuestos que están presentes en la epicatequina también lo hacen en otras sustancias con actividad anticancerígena.

Entre sus investigaciones, encontró que esta sustancia programa a la célula cancerosa para que se autodestruya. "Fue un hallazgo importante porque si bien los tratamientos anticancerígenos actuales provocan esa reacción, no distinguen entre células cancerosas y células normales", ha asegurado Sánchez.

Se ha detectado también que si la molécula interacciona con ella misma bajo ciertas condiciones, puede reproducir otras más. El investigador ha expuesto que "al atacar las células cancerosas con estos compuestos, observamos que eran más eficientes".

Combinado con otros fármacos usados en terapias clínicas, tales como el paclitaxel y el tamoxifeno, puede acelerar su efecto y disminuir la ingesta requerida de estos fármacos.