El mensaje en una red social de Mossua Oukabir a favor de "matar infieles y dejar sólo a musulmanes que sigan la religión" es el ejemplo del rastro que dejan los terroristas en Internet.

El ciberespacio es la principal vía que utilizan grupos como Daesh o Al Qaeda para radicalizar a personas en Europa. Sus principales armas: foros, redes sociales, revistas o vídeos.

Aunque sospechan que el grupo que atacó en Barcelona y Cambrils fue radicalizado por un imán en Ripoll, el 93% de las radicalizaciones en España en solitario se hacen por Internet. Las que se hacen en grupo suponen un 73%.

"En este medio lo que se utiliza, no sólamente es la palabra, sino también la imagen, que cada vez tiene más valor", ha señalado Pedro Baños, coronel del Ejército de Tierra y analista geopolítico.

El Centro Crímina, de la Universidad Miguel Hernández de Elche, lidera un programa europeo para rastrear el uso de los yihadistas de Internet. "Los terroristas de Barcelona son de manual, tanto por el elemento de radicalización en grupo como por haber sido o habido algún elemento radicalizador. En este caso, parece que el imán", ha señalado Fernando Miró, director del Centro Crímina.

En otro programa, denominado Pericles, están implicados otras instituciones de toda Europa. Entre ellas, la Policía Local de Madrid, que se encargará de testear el sofware de Crímina.

"Nuestra labor es de prevención a través de la cercanía, de charlas, clases", ha señalado Antonio Gómez, subinspector de relaciones Institucionales y Prevención.

Aunque todos estos expertos saben que es complicado poner barreras a Internet, los radicales cada vez lo tendrán más complicado gracias a estos programas. La persecución cibernética ya está en marcha.