David y Lucía son un ejemplo de los miles de ejemplos que se tuvieron que marchar fuera para poder vivir de su trabajo. "A los jóvenes nos toca salir a buscar trabajo porque aquí las cosas están muy mal", explica Lucía.

David se fue hace cinco años y ahora trabaja en Alemania de ingeniero. "Viendo lo que han hecho hasta ahora, lo que han hecho ha sido echarnos e impedirnos el voto una vez que estamos fuera", comenta.

Según el INE, desde que empezó la crisis en 2008, casi medio millón de españoles han tenido que marcharse. El Gobierno estima que, en el primer semestre de 2015, fueron más de 50.000.

La portavoz de la 'Marea Granate' no está de acuerdo con estas cifras. "El número de emigrantes multiplica, en muchos casos, por cinco, seis o siete las cifras oficiales que da el Gobierno", analiza María Almena.

Todos estos jóvenes son conscientes de que la situación es complicada. "Si cambia, volvería, pero como no cambia la única opción que tengo es vivir fuera", explica uno de ellos.