Riley Hancey es un joven estadounidense de 19 años que
sufría una neumonía grave que le provocó un colapso respiratorio, por lo que los
médicos diagnosticaron que necesitaba un trasplante de sus dos pulmones.
En las pruebas previas a la intervención el joven dio positivo
en consumo de marihuana por lo que el Hospital de Utah le negó el trasplante.
La familia de Hancey ha denunciado ante los medios que el
joven había fumado puntualmente marihuana con sus amigos el día de Acción de
Gracias, pero que en realidad llevaba una "vida sana".
Además la familia ha señalado que Hancey dio positivo en tetrahidrocannabinol (THC), el
principal componente del cannabis, y que por este motivo el hospital decidió
sacarle de la lista de espera de pacientes para un trasplante.
Según ha informado CBS News el hospital hace una evaluación
previa de los pacientes que están
esperando un trasplante para analizar el riesgo de rechazo al órgano
trasplantado.
"En términos generales, no trasplantamos órganos en
pacientes con dependencia del alcohol, tabaco o drogas ilegales, ya que estas
sustancias están contraindicadas para un trasplante", ha indicado el
hospital en un comunicado.
La familia de Hancey
decidió llevarse al joven a otro
hospital para que le realizasen el trasplante. Ahora Hancey ya tienen unos
pulmones nuevos y su familia a declarado que "su operación de trasplante
ha ido bien y el doctor es optimista".