La Guardia Civil busca a los responsables de una fosa común con 30 cadáveres de perros encontrada en Tarancón (Cuenca) después de que la responsable de la protectora Hogar de Paz, Carolina Rey, denunciara los hechos: "Algunos de los perros fueron arrojados con vida a la fosa, que está en un lugar casi inaccesible del que no se puede salir, por lo que pensamos que fueron arrojados y han muerto de hambre y sed".

La identificación de los propietarios de los animales será fácil ya que los perros contaban con chip. Además, Rey ha podido reconocer algunos animales ya que sus propietarios acudieron a la protectora para entregar a los canes ya que no se podían hacer cargo, aunque ésta rechazó su acogida por falta de espacio.

Los animales, mayoritariamente son galgos, lo que apunta a que sus dueños podrían haberse deshecho de ellos por no ser buenos en la caza. "Es una crueldad arrojar a un animal de esta forma cuando nos han prestado un servicio durante años", denuncia Carolina Rey.