Según han indicado fuentes de la Guardia Civil, Herrero, que intentó recientemente sacarse el pasaporte pese a la prohibición de salir del país, sigue cobrando el sueldo base a la espera de que la sentencia sea firme.

La situación del guardia civil es muy similar a la del militar, ya que ambas instituciones tienen parecidos regímenes disciplinarios, por los que ambos fueron suspendidos de empleo tras su detención. Así, el Boletín Oficial de Defensa (BOD) publicó la orden que levanta la suspensión con efectos a partir del 22 de junio, el día que salió de la cárcel donde cumplía prisión provisional, y contra la que cabe recurso de alzada.

En el caso de la Guardia Civil, desde el momento en el que la sentencia por la agresión sea firme, se abre un procedimiento reglado en el que se estudia la infracción que ha cometido este guardia civil. Si fuera considerada una falta muy grave, la sanción prevista en el régimen disciplinario va desde la suspensión de empleo de tres meses a seis años, la separación de servicio o la perdida de puesto en el escalafón.