Diana López-Pinel y Juan Carlos Quer, padres de la joven madrileña desaparecida el pasado día 22 de agosto, han apelado a la colaboración ciudadana, porque cualquier dato puede ser "vital".

La joven de 18 años, Diana María Quer, desapareció después de asistir a la fiesta del Carmen dos Pincheiros, en Cabío-O Xobre, en A Coruña, donde veranea desde hace 15 años, según ha explicado su madre. Había quedado con unas amigas y "todo transcurrió de forma completamente normal hasta que en un momento determinado" se perdió el contacto con ella, quizá al quedarse sin batería en su móvil, ha añadido.

A la mañana siguiente fue cuando la madre se percató de que no había regresado a casa y llamó a la Guardia Civil de Boiro, el puesto más cercano, además de interponer una denuncia. "Entonces, ha dicho, ya se empezó a mover toda la maquinaria de búsqueda y de difusión, están haciendo una labor enorme, y el pueblo se está volcando muchísimo".

Una vecina ha proporcionado una pista que podría ser clave en el caso, pero los investigadores mantienen un hermetismo absoluto sobre el caso.

Los investigadores, han contado sus padres, están estudiando todos los detalles a su alcance, entre ellos unos mensajes que la joven envió a un amigo de Madrid cuando regresaba de madrugada a casa, en los que le contaba que había visto a alguien que no le gustaba nada y que se estaba preocupando.

La madre ha explicado que cuando su hija volvía sola, acostumbraba a llamarla para que la recogiera, así que esta vez pudo quedarse sin batería en el móvil y quizá echó a andar en solitario el kilómetro de distancia que hay desde donde se despidió de sus compañeras hasta su casa.

Los negocios hosteleros de este municipio han colgado una fotografía con la imagen de Diana. Mide 1,75, tiene el pelo largo, liso y moreno; los ojos oscuros y pesa 55 kilos. La última vez que fue vista llevaba un pantalón corto rosa, camiseta blanca, sudadera y zapatillas negras con cordones.