Un grupo de neurocirujanos ha elaborado un informe sobre la coreografía más famosa de Michael Jackson, consistente en inclinar su cuerpo a un ángulo de 45 grados. Así, daba la sensación de que el músico quedaba suspendido en el aire, como si a él no le afectase la gravedad. Los especialistas llegaron a la conclusión de que el secreto radica en unos zapatos especiales que él mismo patentó y en la fuerza que poseía en los músculos erectores de su columna vertebral.

El estudio indica que la mayoría de los bailarines con un tronco muy fuerte consiguen una inclinación de 30 grados como máximo. Si embargo, cuando Michael Jackson realizaba la famosa acrobacia, lograba inclinarse 45 grados fácilmente. De hecho, muchos seguidores del artista lo han intentado y han acabado lesionados.

Los investigadores del Instituto de Posgrado de Educación Médica e Investigación en Chandigarh, ubicado en la India, señalan en su informe que, si alguien imita este movimiento, notaría que la mayor parte del esfuerzo se dirige hacia el tendón de Aquiles.

Pero lo que estos neurocirujanos han determinado es que el hito del Rey del Pop se debió realmente a varios factores: más allá de su talento, su éxito radicaba en su fuerza muscular y el uso de unos zapatos con un taco que tenía un hueco en forma de 'V' y que se enganchaba a unos tornillos fijos sobre el suelo. De esta forma, el cantante se podía inclinar hasta los 45 grados.

"Fue una idea muy ingeniosa. Sin embargo, incluso con esos zapatos la gente no es capaz de inclinarse 45 grados. Se necesita un buen núcleo de fuerza, que Michael Jackson tenía en su tendón de Aquiles y en los músculos de la columna", reconoció Manjul Tripathi, uno de los autores de la investigación.