Una lengua de fuego que
se aproxima peligrosamente a A Gudiña, en Ourense. Las llamas están a tan solo
dos kilómetros de esta población. Es uno de los focos que más preocupa en la
noche de este lunes porque el pasto seco de la zona actúa como auténtica
gasolina. Los bomberos llevan todo el día trabajando a destajo.
Donde sí llegó la noche
del domingo el fuego fue a Melón: José y su familia lo han perdido todo. Su casa y su coche se
convirtieron en un horno, que continúa consumiéndose. No hay rastro de su
tejado y ni los muros de piedra han resistido. De su granja, sólo ha podido
salvar las colmenas.
Dolor entre todos los
vecinos que no pueden evitar emocionarse. Muchos de ellos, tuvieron que
refugiarse en un sótano hasta las 4 de la mañana y utilizaron paños húmedos
como mascarillas.
En Fonsagrada, en Lugo,
el día se ha hecho noche: por increíble que parezca, a las tres de la tarde
parecía de noche y el alumbrado se ha tenido que adelantar.