Así lo ha explicado la coordinadora de la oficina de Valencia de AnimaNaturalis, Carmen Moll, durante el acto convocado por la organización iberoamericana AnimaNaturalis en colaboración con la Fundación Alma Animal, para protestar por unas fallas "sin sangre, sin la excusa de maltratar animales".

A gritos de 'Tauromaquia abolición' y 'La cultura no es cultura', la organización ha querido dejar ver como Valencia "tiene un lado oscuro: aunque está vestida de fiesta, está derramando sangre y querremos que la gente lo vea", ha ilustrado Moll.

Para ello, los asistentes a la protesta, vestidos de luto, portando flores rojas y carteles bajo el lema 'Réquiem por los toros'; con una cruz negra dibujada y el hashtag #FallasSinSangre, se han mantenido descalzos sobre el asfalto de la plaza, "tocando la tierra donde ellos van a morir".

La concejala de Bienestar Animal del Ayuntamiento de Valencia, Gloria Tello, se ha sumado a la protesta vistiendo la camiseta negra de la organización para "hacer visible el sentimiento y la necesidad de hacer políticas que puedan permitir la mejora de la vida de los animal".

"Debemos ir en esa línea si queremos conseguir una sociedad basada en los valores del respecto a todos los seres vivos", ha reivindicado la edil de Compromís.

Durante el manifiesto final, los activistas han denunciado la tauromaquia por ser "una tradición cruel e impropia del siglo XXI" y "un lastre cultural que impide mejorar las leyes de protección animal".

"Ya es malo que se torture y mate a un animal como espectáculo por mera diversión, pero que ese espectáculo se considere insignia cultural de un país es un hecho que debería avergonzarnos", han remachado.