La Fiscalía ha sostenido que los cinco jóvenes andaluces acusados de violar a una chica de 18 años en los sanfermines de 2016 actuaron de forma "conjunta y coordinada", lo que dejó a la denunciante "sometida" y "sin posibilidad de resistencia".

De igual forma, ha considerado probado que también concurrió un delito contra la intimidad por los vídeos que grabaron los acusados, y que todos ellos son culpables del robo del móvil de la joven porque lo conocieron y lo hicieron para dejarla "indefensa".

El ministerio público ha señalado además que los imputados no quisieron preguntar a la joven sobre su consentimiento para las relaciones sexuales cuando pudieron hacerlo, por lo que les ha advertido de que "la ignorancia deliberada" tiene sus consecuencias.