Ángel Ruiz recuerda con detalle todas las miserias que vivió en la guerra de Ifni, la última batalla colonial española, también conocida como la 'guerra olvidada'. Muchos soldados cumplían en el suroeste de Marruecos con el servicio militar obligatorio cuando les sorprendió la insurreción militar en marzo de 1957.

Allí se encontraba el hermano de Ángel López. Murió dentro del cuartel, después de que un compañero le disparase por error. A Ángel se lo comunicaron sólo a través de una carta, pero sus restos se los llevaron más de diez años después al panteón militar de San Lázaro, en Las Palmas.

Pero no se lo comunicaron a nadie de la familia. En 2003, Ángel empezó su lucha para recuperarlo, y todo lo que se encontró por parte del Gobierno fueron trabas, según cuenta. "¿Por qué el Estado no me entrega a mi hermano? ¿Por qué el Ejército lo guarda durante 50 años? No sólamente no me ayudan, sino que me tengo que hacer yo cargo de los gastos", lamenta.

Volvió a Madrid en 2015 con los restos de su hermano incinerado y pidió al Ministerio la causa militar judicial y el resarcimiento económico de modo simbólico. Le ha sido denegado en dos ocasiones; la última, hace unos días.

Adolfo y Manuel también estuvieron en Ifni. Llevan años luchando para que se les reconozca como veteranos de guerra y que se haga un censo oficial de soldados muertos y de los supervivientes. Todavía tienen fuerzas para ganar la última batalla: que las familias recuperen los restos de sus soldados y su dignidad.