Este el primer caso que se resuelve en torno a la enigmática figura de Lelandais, quien ya está imputado por otra desaparición, la de Arthur Noyer, un militar de 24 años, y de quien se sospecha que esté implicado en otras misteriosas desapariciones.

El fiscal de Grénoble, Jean-Yves Coquillat, confirmó que los restos de la niña fueron hallados en un lugar montañoso, en el macizo de la Chartreuse (sureste de Francia), cerca de la localidad de Le Pont-de-Bon-Voisin, donde se dio por desaparecida a la pequeña en una boda entre el 27 y el 28 de agosto de 2017.

Lelandais, en prisión provisional desde septiembre, pidió hablar con los jueces de instrucción porque tenía revelaciones que hacer, relató Coquillat. El exmilitar "quería conducir a la Justicia al lugar en el que había dejado el cuerpo de Maëlys.

Indicó que había matado a Maëlys involuntariamente y que se había deshecho del cuerpo", contó el fiscal. El acusado se negó a aportar detalles de la muerte de la niña y, según su abogado, lloró cuando confesó los hechos.

Inculpado desde septiembre por secuestro o detención arbitraria de un menor de 15 años, Lelandais ha negado durante seis meses los hechos que se le imputan, hasta que se vio acorralado por el hallazgo de una traza de sangre de Maëlys en su coche que le llevó a confesar. La personalidad del exmilitar, descrito por el fiscal como "un hombre que habla con tranquilidad, con mucha sangre fría", ha generado desasosiego en Francia.