Adama, una niña senegalesa de diez años, vive con su familia de acogida en Mieres, Asturias, desde hace cuatro años. María Luisa la acogió en su casa y la convirtió en una más de la familias.

Según cuenta, el padre de Adama se desentendió por completo de sus obligaciones cuando aterrizaron en España e, incluso, llegó a maltratarla. María Luisa lo denunció y el juez le otorgó la tutela provisional de la menor. Pero ahora el gobierno de Asturias quiere que Adama vuelva a Senegal con su madre biológica.

"No voy a entregar a la chiquilla. No la voy a poner en manos del enemigo. Además tengo una autorización de la madre. Si la llevan a una casa en la que este igual que en la mía o mejor que en la mía, yo no tengo ningún problema", dice María Luisa Alonso, madre de acogida de Adama.

Tras recibir la orden de repatriación del Principado de Asturias, María Luisa y su entorno comenzaron a movilizarse para recabar apoyos porque, si algo tiene claro Adama, es que no quiere volver a su país. "Pienso que cuando llegue, va a ir mi padre detrás y me va a hacer algo", lamenta Adama.

La madre biológica de la niña escribió una carta en la que autorizaba a la pequeña a continuar bajo la tutela y el cuidado de María Luisa. "El papel dice que la madre autoriza que su hija esté aquí hasta que acabe la carrera universitaria", explica María Luisa.

Uno de los entrenadores de baloncesto de la pequeña puso en marcha una recogida de firmas a través de internet y ya tiene casi 100.000. Pero para el Gobierno de Asturias, ni la carta de la madre de Adama ni las miles de firmas parecen tener validez.

Según María Luisa, el mes pasado recibió un nuevo ultimatum de la Consejería de Bienestar Social. Pero no está dispuesta a tirar la toalla. "Aunque no sea conmigo, aquí tiene un porvenir. Allí no tiene nada", sentencia María Luisa.