Un año después de la presunta violación múltiple a una joven de 18 años en San Fermín, los cinco acusados de la agresión siguen en prisión, aunque todavía no se conoce una fecha para el juicio. Pese a que en abril se dio por cerrada la fase de instrucción y se convocó el juicio oral, aún no hay fecha para que los acusados declaren ante el juez, y las previsiones más optimistas confían en que pueda ser en octubre o noviembre.

Los cinco jóvenes no están en la misma prisión, ya que mientras que tres permanecen en la prisión de Pamplona, el Guardia Civil y el militar se encuentran en la prisión de Alcalá Meco en Madrid, en un modulo dedicado para pertenecientes a cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado.

La prisión ha cambiado la vida de los acusados, y un ejemplo es 'el prenda', que ha cambiado sus hábitos en prisión de cara a mejorar su imagen para el juicio. Ahora, corre a diario, se machaca en el gimnasio y cuida su dieta para mejorar su imagen, según publica 'El Español'.

La fiscalía pide para ellos 22 años y 10 meses de prisión para cada uno de los acusados. Sin embargo, la defensa cree que hasta el juicio "no deben permanecer un minuto más en la cárcel". Agustín Martínez, abogado de tres de ellos, ve"absolutamente desproporcionada" la petición de 22 añosy pedirá la libertad de sus defendidos hasta la celebración de un juicio.

Vídeos, mensajes y una testigo clave son las pruebas que podrían condenar a 'La Manada'. A las 3:08 de la mañana, según la Fiscalía, 'el Prenda' se cuela en el portal donde ocurrió la violación con una señora a la que cuenta que está alojado en el edificio. Su testimonio como testigo será una de las pruebas que se presente contra los acusados.

Pero no es la única, las grabaciones de vídeo y las fotografías que hicieron con sus móviles serán fundamentales en el juicio. En concreto, seis vídeos en los que se ve a los jóvenes manteniendo relaciones sexuales con la denunciante y dos fotografías.

Los amigos de los detenidos, por su parte, no podían creer que sus amigos hubiesen forzado a la víctima. En conversaciones de Whatsapp afirmaban que sí que creen que buscaran sexo, pero no que llegaran a violarla. "Ha sido el típico guarreo, cuando se ha dado cuenta la tía se ha visto con cinco pollas", comentaban.

Según relata el juez instructor del caso en el auto de procesamiento, sobre las 3.00 horas del 7 de julio uno de los acusados inició una conversación con la joven en la Plaza del Castillo, antes de que él y sus cuatro amigos la acompañaran hacia el coche en donde ella tenía la intención de dormir.

En el camino, aprovechando que una vecina acababa de abrir el portal número 5 de la calle Paulino Caballero, agarraron a la joven por las muñecas y la obligaron a entrar, rodeándola. Valiéndose de su superioridad física y de la imposibilidad de ella para solicitar auxilio u oponerse a sus pretensiones, la sujetaron y le obligaron a realizar varios actos sexuales, que fueron grabados por uno de los acusados con su teléfono móvil con el consentimiento de los demás.

Después, el Guardia Civil se apoderó del teléfono móvil que la víctima llevaba en su riñonera, según desvela Espejo Público, y abandonaron el portal dejando dos tarjetas de memoria del teléfono y la funda. En cuanto pudo vestirse, la joven salió al exterior y se puso a llorar hasta que dos desconocidos la atendieron y llamaron a la policía cuando ella les dijo que había sido agredida sexualmente.

La víctima asegura que fue introducida en un portal por la fuerza y obligada a mantener relaciones sexuales. Sobre su reacción, mantiene que se quedó bloqueada y no pudo gritar porque le taparon la boca en todo momento. "Me obligaron a hacer una felación a cada uno y luego me penetraron los cuatro", declaró.