'Essure' es un anticonceptivo que funciona sin hormonas, únicamente con la implantación de un muelle de níquel en las trompas de falopio. Éste produce una inflamación que termina por bloquear el paso de los espermatozoides.

No obstante, en España ya son 240 las mujeres que han denunciado la utilización de este método anticonceptivo, que ahora comercializa la farmacéutica Bayer y que es totalmente irreversible.

Muchas mujeres optaron por este nuevo método, ya que no utiliza hormonas y es una alternativa no quirúrgica y mucho más barata -en principio- que la ligadura de trompas.

Lo que nunca imaginarían es que esto les podría provocar tantos efectos secundarios: picores vaginales, reglas irregulares, dolores de cabeza, hemorragias vaginales, cefaleas, inflamaciones, dolores de espalda, lumbares, reacciones alérgicas, cansancio, ansiedad... Incluso ha llegado a perforar las trompas de falopio y órganos vecinos. Además, se han registrado más de 600 embarazos no deseados por la utilización de este método.

Según los datos publicados por The New York Times, en todo el mundo se han colocado alrededor de un millón de implantes de este dispositivo en los últimos 13 años. En España, según datos del doctor José Eduardo Arjona, ginecólogo de la Sociedad Española de Contracepción, ha habido unos 80.000 casos.

El escándalo comenzó en Estados Unidos y fue tan sonado que las mujeres que padecen este tratamiento consiguieron forzar una audiencia ante la Food and Drugs Administration (FDA) para revisar el permiso de este anticonceptivo.

El equivalente a esta organización en el caso español es el Ministerio de Sanidad y Consumo, que tras revisar los testimonios de las víctimas, escuchar opiniones de expertos y de los abogados de Bayer, decidieron no prohibir la utilización de Essure. Aunque sí endurecerían las condiciones para su aplicación.

Una nueva investigación publicada en la revista médica británica BMJ encontró diez veces más posibilidades de riesgo de necesitar cirugía en mujeres que utilizaban este método frente a las que se sometían a una esterilización convencional.

Alnas de las afectadas aseguran que la Seguridad Social no informa como debería sobre los riesgos que supone la implantación del Essure; se pide firmar el consentimiento informado pero no comunican las complicaciones y consecuencias a las que se enfrenta si no da resultado.

En España, se ha creado un grupo de Facebook donde se recogen las experiencias de las mujeres que padecen los efectos secundarios de Essure, en el que ya participan más de 1.000 personas.

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