Así lo ha señalado Santiago Agustín, codirector de Interfertility, una de las agencias españolas que asesoran a los españoles que quieren someterse a la gestación subrogada en los países en los que es legal.

Agustín ha señalado que la aprobación de la norma ley lusa ha generado "muchísimo interés" por parte de las familias españolas, aunque, en su opinión, "parece que va a ser muy difícil" acceder a esta técnica de reproducción asistida.

La ley portuguesa determina que sólo podrán someterse a esta técnica mujeres con problemas de fertilidad, lo que excluye a parejas de hombres homosexuales, y que la madre de sustitución no puede recibir contraprestación económica más allá de la asistencia sanitaria.

A pesar de esta situación, la nueva ley portuguesa deja flecos por los que los extranjeros, como pueden ser los españoles, podrían acceder a la gestación subrogada allí. Según revela Cláudia Vieira, presidenta de la Asociación Portuguesa de Fertilidad, a el diario 'El Mundo', "al no hacer mención explícita a los no residentes o no ciudadanos, a efectos prácticos cualquier persona que cumpla con los requisitos médicos establecidos por la legislación puede acceder a la gestación subrogada".