España sólo asume el 1% de los 65 millones de refugiados que deambulan por el mundo, pero aun y todo, le sabe a mucho: no es capaz de hacerse con ellos. En los últimos tres años el número de peticiones de asilo ha pasado de 6.000 a 17.000 pero a pesar de la buena voluntad política de la que se presume, España continúa siendo uno de los países con las tasas de aceptación más bajas de toda la unión Europea.

"El Estado español está denegando 7 de cada 10 peticiones de asilo y tiene acumuladas más de 16.000" explica Tony Borrel, de Stop Mare Mortum. Con este panorama, dice Acnur, es difícil cumplir las promesas: "Se prometió 16.000 reubicaciones y 1.500 reasentamientos, en total solo han llegado 1.100" asegura María Jesús Vega, de Acnur.

Los datos hablan por sí solos pero, lo que más le duele a estas casi 100 organizaciones que se han unido en Cataluña, es el papel de España en esta terrible crisis humanitaria: "Sobre todo porque en el Estado español tenemos una situación en la frontera sur que ha sido el ejemplo para toda Europa para construir muros, para las deportaciones en caliente y es una cuestión de la que presumen" defiente Borrel.