Altísimas temperaturas junto a la escasez de lluvias. Así ha sido nuestra primavera y esa es la razón de que estemos cerca de la peor sequía de los últimos 22 años en España.

El agua, en prácticamente todos los pantanos, se ha desplomado con respecto a la misma época del año pasado. Ha descendido en todas las cuencas, menos en dos. Ante esta situación, la ministra de Agricultura ya ha anunciado medidas.

"Se van a dar los criterios establecidos por la UE para la exención en el pago de los cánones y tarifas relacionadas con la disponibilidad de recursos hídricos", ha explicado en el Congreso.

La medida, que persigue reducir el gasto de los agricultores, va dirigida a las tres cuencas más afectadas. La peor, la del Segura, ya está en situación de emergencia. Se encuentra al 28% de su capacidad. Y en alerta la del Duero y el Júcar, todas muy por debajo de la media que suelen registrar.

En Ourense ya han lanzado un mensaje a la población de responsabilidad. Además, piden a los ayuntamientos que reduzcan la presión nocturna del agua.

De momento garantizan el abastecimiento a las ciudades, pero no a los pueblos. Una sequía que ya está afectando en muchas zonas de la península a la agricultura, el regadío y la pesca. Nos enfrentamos a un verano complicado.