Dina accedió al bono social eléctrico por estar en paro, pero desapareció al encontrar un trabajo temporal de tres meses. "Me ayuda poco porque me lo quitaron al encontrar un trabajo temporal", explica.

El Ayuntamiento de Sevilla acredita su situación de emergencia social, pero no tiene garantizada la rebaja en la factura de la luz. "Me lo quitarían otra vez sólo por estar dada de alta en la seguridad social", señala.

Ella entraría en ese 79% de clientes que necesitan ayuda pero no la tienen. "Hay que cambiar las condiciones del bono social de manera que no nos encontremos con estos niveles brutales de pobreza energética", explica Rubén Sánchez, portavoz de Facua.

Es lo que están pidiendo ya las propias compañías, Endesa e Iberdrola quieren ligar las condiciones a la renta de las familias. "Tiene que ir realmente al que lo necesita, hay mucha picaresca", explica Fernando Bécker, director corporativo de Iberdrola.

Porque se suma la otra cara, según Endesa, de los casi dos millones y medio de beneficiarios actuales, 800.000 realmente no lo necesitan. Sobre todo, familias numerosas y hogares con potencia inferior a tres kilovatios, por ser en su mayoría segundas viviendas.

Jesús sí lo necesita, nadie de su familia trabaja pero cobran una pensión. Las compañías piden cambios para detectar así a los estos clientes vulnerables.