Se cumplen 25 años del secuestro de María Àngels Feliu, la farmacéutica de Olot. Pasó 492 días en un zulo y sus captores fueron detenidos cinco años después de su liberación.

Fue raptada en su garaje, y aunque su secuestro no se juzgó hasta diez años después, en su declaración seguía recordando todo, incluso "la blusa de tirantes" y la camisa que llevaba durante su cautiverio.

Propietaria de una farmacia y de familia adinerada, los secuestradores pensaron que cobrarían por ella un rescate millonario, tal y como se puede extraer de las llamadas que se escuchaban en el juicio. "La cantidad que ustedes piden es imposible", respondfían desde la familia.

Nunca pagaron y Mari Angels seguía encerrada en un zulo en el que no cabía ni de pie, ni tumbada. Estaba construido en un garaje debajo de la cocina del Ramón Ullastre, donde él y su mujer comieron durante 17 meses mientras a sus pies estaba encerrada la farmacéutica de olot.

La policía tardó cinco años en dar con sus secuestradores: eran vecinos, incluso policías municipales. Su carcelero fue el que la liberó muchos meses después, y según él dijo, lo hizo por un ataque de compasión.