Hay 134 niños provenientes del Aquarius, de ellos 123 no van acompañados por sus familiares. Al llegar al puerto de Valencia han seguido un protocolo.

Tras las identificaciones, los menores han sido separados de los adultos. Como la mayoría no tiene documentación, serán las pruebas médicas las que determinen cuántos años tienen. Unas simples radiografías que revelarán la edad biológica.

En los próximos 10 días el Instituto de Medicina Legal realizará las pruebas forenses, aunque no son completamente fiables. "Si ahora mismo queremos saber si un niño tiene 18 años en este momento es casi imposible", explica José Miguel Guijarro, jefe de Traumatología del Hospital de La Luz.

Lo que se refleje en el informe les afectará para toda su vida. La protección que se les ofrece a los menores es mucho mayor. "Si un niño menor es identificado como adulto le estamos poniendo en un peligro rotundo", apunta Andrés Conde, director de 'Save the Children'.

En caso de duda, es un juez quien decide si se le considera mayor o menor de edad. Desde las ONG piden que se tengan en cuenta otros criterios y se modifique el protocolo de identificación. "Si la persona lleva documentos de su lugar de origen, hay que tenerlos en cuenta".

Tras este proceso permanecerán durante dos semanas en los recursos habitacionales de primera acogida. A falta de concretar los destinos definitivos, de momento, los niños mayores de 12 años provenientes del Aquarius se quedarán en Alicante.