Encontrar cables colgando y agarrados con cinta islante en un poste eléctrico son pista para saber que se trata de neganches ilegales. "Hay urbanizaciones de cierto nivel que tienen la luz enganchada" afirma un detective privado.

Según las eléctricas, los mayores defraudadores son urbanizaciones, hoteles, o grandes industrias, que acaparan más del 85% de la luz robada en nuestro país. El año pasado el fraude eléctrico superó los 1.200 millones de euros.

La propia patronal explica que el problema no es la cuenta de resultados de las compañías sino el bolsillo de los clientes. La razón, que todo ese dinero defraudado acaba repercutiendo en la factura de la luz por el déficit tarifario.