Una sociedad belga de marketing digital ha implantado a varios de sus empleados un chip bajo la piel que funciona como una llave de identificación para abrir puertas o acceder al ordenador, ha informado el diario local 'Le Soir'.

Por el momento, ocho trabajadores de esa firma de la localidad flamenca de Malinas, en el norte de Bélgica, han recibido de manera voluntaria el microprocesador, que tiene el tamaño de un grano de arroz.

El objetivo es que esa tecnología subcutánea, que se coloca entre el índice y el pulgar, reemplace a las habituales tarjetas de identificación. "Nadie está obligado. Se trata de un proyecto lúdico.

La idea proviene de un empleado que a menudo se olvidaba su tarjeta", ha explicado a la cadena de televisión belga 'VRT' el director de la empresa, Vincent Nys, quien considera que en términos de invasión de la privacidad "un iPhone es diez veces (más peligroso) que un chip".

Los trabajadores que no quieran someterse al implante, al que los hombres son más receptivos que las mujeres en el caso de Newfusion, pueden utilizar un anillo que cumpla la misma función. "La tecnología hace más fácil nuestra vida cotidiana. No hay que tenerle miedo, basta con probarlo", ha agregado Nys, quien ha explicado que "el chip dispone de una memoria que permite insertar tarjetas de visita" que permite volcar los datos de contacto a un teléfono inteligente de manera inmediata.