Algunas embestidas son, en ocasiones, mucho más peligrosas que las temidas cornadas, y más si el golpe se produce en la cabeza. "Un toro se ha dado la vuelta y le ha arrollado, se ha intentado levantar él solo, pero no podía", así explica un corredor la caída de uno de sus compañeros.

Las contusiones, junto a los traumatismos craneales, son las lesiones más frecuentes en San Fermín, este lunes han sido el motivo de los cuatro traslados al hospital. "Se han dado dos desde el tramo de Mercaderes con traumatismo craneal y policontusiones y desde el tramo de Telefónica, una contusión con deformidad en brazo y una contusión maxilofacial", explica un trabajador de Cruz Roja.

Se producen tras golpes secos sobre el asfalto, como el de un mozo, que tropieza y se golpea fuertemente en la cabeza. Esta suele ser la variante más habitual: embestida, voltereta y caída a plomo.

También en grandes montoneras y, en ocasiones, directamente por el pisotón de un morlaco. El vallado salva muchas vidas pero también provoca golpes brutales en la cabeza. Y pueden ser mortales, un traumatismo craneoencefálico le costó la vida a un corredor en 2003, después de estar dos meses ingresado.