Todo pasó en una noche de fiestas y eso podría ser la clave. Diana Quer se despide de sus amigos a las 2:30 de la madrugada aproximadamente. Camina sola hacia su casa. Unos 10 minutos después pasa por una pizzería. Aquí es la última vez que se la ve.

Sólo unos metros más adelante, a las 2:40, pasa por una zona donde se instalan los feriantes esos días por las fiestas del pueblo.

En ese momento escribe dos mensajes diciendo que alguien le está gritando y que está asustada. La Guradia Civil ha interrogado a los feriantes que cada año ocupan la zona, pero no ha sacado nada en claro.

A partir de aquí, confusión. Aún está lejos de casa, según los datos del móvil, Diana permanece quieta en una zona durante cuatro minutos. ¿Qué pasó en ese tiempo?

Las Guardia Civil maneja dos hipótesis: uno, que se parara a hablar con alguien, discutieran y la subiera en el coche a la fuerza; o dos, que fuera a alguna casa o local cercano, donde estaría esperando su secuestrador.

Lo que es seguro es que tras esos cuatro minutos, su móvil se desplazó en coche hasta Taragoña y lo tiraron a la ría 12 minutos después. Antes de arrojarlo, intentaron desbloquearlo siete veces.

La Guardia Civil cree que Diana fue secuestrada y que lo tenían planeado, porque actuaron rápido y sin dejar pistas.