El río Ebro ha mantenido en vilo durante toda la madrugada a Navarra y Aragón. Un equipo de Protección Civil en Tudela se ha pasado la noche patrullando y comprobando los niveles de la crecida cada dos horas. Tanto que a las tres de la mañana acabó cortada una de sus vías principales, el paseo de Pamplona.

"Parece que estamos de fiesta, y esto no es una fiesta. Es un gran problema", cuenta una vecina. El sótano de la casa de personas como Iván ha quedado totalmente inundado, aunque él ya está acostumbrado. Lleva 40 años viviendo en esta casa y casi todos los años sufre la misma situación: "Se lo toma uno con resignación".

En el casco antiguo, los accesos a pisos y locales son imposibles. Afortunadamente, el nivel del río ya ha bajado hasta los cuatro metros. Pero sin duda alguna, donde la crecida ha ido a peor durante la noche ha sido en Aragón. En Zaragoza, el caudal superaba los 1.800 metros cúbicos por segundo.

Se desplegó un efectivo de 600 soldados y agentes de la unidad militar de emergencias que han estado trabajando sin descanso, ya que lo peor está aún por venir: el pico de la crecida se espera que se alcance mañana.