Una mujer de entre 18 y 20 años, de cabello oscuro y largo: es lo que se sabe ya de unos restos que han sido trasladados al Anatómico Forense de Verín para la autopsia en profundidad. Sus instalaciones están mejor acondicionadas para descubrir cómo murió y qué lesiones sufrió. Allí, un especialista en restos en avanzado estado de descomposición tendrá que leer un cadáver que ha estado más de 500 días en el agua, circunstancia a la vez positiva y negativa. El agua fría conserva, pero puede hacer más difícil saber si Diana Quer sufrió o no agresión sexual.

Por el momento se han apreciado signos de criminalidad, pero no de violencia. Ahora habrá que ver a través de los huesos si hubo lesiones, un proceso que tardará días, lo que prolonga el sufrimiento de la familia. Sus amigas han dado la cara ante los medios por una madre destrozada. "Le cuesta muchísimo asimilarlo. Hasta hace unos días, su esperanza era encontrar a su hija viva", cuenta una allegada a Diana López. Su hermana, por su parte, retrataba en Instagram su rabia y su dolor.

"No puedo ni encender la televisión viendo como recogen tu cuerpo de un sitio así, en el que acabaste por culpa de un degenerado desgraciado", se puede leer en la publicación. Su padre agradecía, al menos, saber que, de confirmarse la autoría, ya no habrá más víctimas para este agresor. Rianxo, que no sale de su estupor, ha decretado en un pleno extraordinario tres días de luto. Los vecinos se reunirán ante el Ayuntamiento para intentar sobrellevar juntos la tristeza de este crimen contra una mujer con todo su futuro por delante.