Cuatro paros en apenas 24 horas y como consecuencia, largas colas en los controles de seguridad y pasajeros cabreados: "Estoy hasta las narices", "no tiene sentido que hagan una huelga y que sea un caos el aeropuerto" denuncian los pasajeros.

Los trabajadores de los controles del Prat presionan a la empresa Eulen, para mejorar sus condiciones laborales. El caos en el aeropuerto, en pleno mes de agosto, se incrementa a medida que pasa el tiempo. Los pasajeros están sufriendo esperas de unos 40 minutos de media en los filtros de seguridad.

El secretario de Estado de Infraestructuras, Julio Gómez-Pomar, se ha acercado al aeropuerto para mediar en las negociaciones. pide a los trabajadores que relajen sus exigencias: "Que sean razonables en las reivindicaciones y ambiciones y lo que no se puede plantear son reivindicaciones que hacen absolutamente imposible alcanzar un acuerdo".

En el horizonte, la huelga general que planea sobre la empresa para el puente de agosto. Las administraciones quieren evitar que se llegue a estas fechas sin acuerdo. Es uno de los momentos del año con mayor afluencia de pasajeros.

Los viajeros, la mayoría alertados por esta situación, están siendo previsores. Llegan hasta seis horas antes de la salida de sus vuelos para evitar quedarse en tierra.