Un email pidiendo información sobre el sospechoso Abdelbaki Es Satty. Es lo que le envió a principios de 2016, un policía local de Vilvoorde, Bélgica, al correo personal del número dos de los servicios de información de los Mossos d'Esquadra.

"Quería pedirte si hay la posibilidad de indagar sobre una persona que quiere trabajar aquí, en Vilvoorde, como imán. (...) Sé que se está planteando ir a Barcelona en febrero (...) Cuanta más información puedas compartir sobre este individuo, ¡mejor!", consta en el correo.

El mosso le contestó que no les constaba nada sobre Es Satty en su base de datos y no se le dio mayor importancia, según un portavoz porque no era una comunicación oficial. Alberto Oliva, portavoz de los Mossos, asegura que "no hubo comunicación oficial de ningún cuerpo policial a los Mossos sobre Es Satty".

El Conseller d'Interior, Joaquim Forn, tampoco encuentra fallo alguno. Además de la cuestión formal, señala que en el email no había alerta alguna, sino una simple pregunta. "No ha habido ningún error, simplemente se nos preguntó sobre esta persona", asegura Forn.

Pero según el diario belga 'Le Dernier Heure', la Fiscalía tenía información de que Es Satty intentó reclutar en su estancia en Bélgica a jóvenes para la causa de Daesh. Este mismo diario asegura que el imán de Ripoll no se limitó a pasar tres meses en Vilvoorde, sino que tenía base en ese país.

También se han pronunciado desde el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana para explicar que cuando el imán cumplió condena en Castellón no tenían constancia de posibles vínculos con actividades terroristas. Además, confirman que se le concedieron tres permisos penitenciarios.