Las mujeres estamos de resaca, sin dolor de cabeza porque fue borrachera de emoción. "La frase que más me impactó fue cuando gritamos 'no estamos todas, faltan las asesinadas'; ahí se me puso la piel de gallina", asegura una joven que participó en las movilizaciones.

Las mujeres asesinadas estuvieron con nosotras. Patricia intuyó que iba a ser una tarde histórica, pero no eligió a sus amigos para escribirla: "Me apetecía más ir con mis padres".

Paloma, la primera mujer que llega a inspectora en la Policía municipal de Madrid, se escuchó en los gritos de estos cientos de miles de mujeres: "Era impresionante ver a tantas mujeres, a tantos hombres, que decían lo mismo: tener los mismos derechos y ejercer las mismas responsabilidades como lo hacen los hombres".

Las mujeres también desbordaron Barcelona. Ana Mecadé se hinchó de orgullo al ver cómo continúa la lucha que ella y otras pioneras del feminismo empezaron en las mismas calles en el 76: "Vi a muchísimas mujeres y muchas muy jóvenes".

En Valencia nunca tantas mujeres salieron juntas por lo mismo. "Desde el 'no a la guerra' no había visto nada igual, se me pusieron los pelos de punta; tenía ganas de llorar", asegura una participante".

En Santiago de Compostela se empaparon de feminismo gritando frase como "el mundo para si paramos". En Bilbao, como en otras ciudades, impactó la fuerza de las mujeres jóvenes. Sevilla también estuvo llena, de pared a pared. "No se podía andar, estuvimos dos horas paradas", recuerda una joven.

La emoción caló a las que no pudieron estar, es lo que tiene la historia. No hace falta vivirla para que nos emocione.