El acusado del crimen de la joven Tatiana Vázquez, que falleció a causa de cuchilladas en el barrio lucense de San Fiz el 9 de abril de 2016, ha vuelto a proclamar su inocencia ante la prensa, y después en su declaración, donde se negó a responder al fiscal y a la acusación particular a la que sí empezó contestando. Mientras, la madre de la víctima ha manifestado no tener "ninguna duda" de su culpabilidad. El joven senegalés Ibrahima N., de 33 años, llegó a la Audiencia de Lugo sobre las 11,15 horas de este martes escoltado por cuatro agentes de la Guardia Civil.

"Inocente, inocente. Yo no tengo ni puta idea de esta mierda que está montada", ha respondido a las preguntas de los medios que le esperaban a las puertas de los juzgados, para luego manifestar a los periodistas que estaba tranquilo. "¡Hombre!", ha apostillado. En los pasillos de la sede judicial han estado familiares de la joven asesinada, entre ellos el padre, Carlos Vázquez, que retó con la mirada al acusado cuando éste fue acompañado al servicio por varios agentes de la Policía Nacional. Mientras, la madre de la víctima, Manuela Abuín, ha asegurado no tener "ninguna duda" sobre la responsabilidad del que había sido la pareja de su hija, durante un receso.

"Totalmente, no tengo ninguna duda", ha afirmado con los ojos llorosos. El juicio ha comenzado sobre las 12,00 horas con la selección del jurado (siete mujeres y cuatro hombres, dos de ellos como suplentes), bajo la presidencia de Maria Luisa Sandar, que tuvo que interrumpir en varias ocasiones al acusado. Desafiante se ha mostrado el acusado, en todo momento esposado, ante la Fiscalía, a la que se negó a responder sus preguntas, y ante la acusación particular, que representa a la familia de la víctima, a la que ha respondido al inicio y, tras varias preguntas, también decidió no contestar.

Cuando el fiscal se dirigía al jurado, en el relato de la acusación, le increpó "eso es mentira". "No me voy a callar", ha esgrimido el procesado. Con la acusación particular utilizó expresiones como "yo que sé tío" o "mierda", lo que provocó que la presidenta del tribunal le llamara la atención e incluso le amenazara con sacarlo de la sala si persistía en su actitud. "Compórtese", le espetó la magistrada. Entre acusación y abogado, el acusado ha declarado durante poco más de una hora, durante la que aludió a Tatiana Vázquez cariñosamente y hablaba de ella como "Tati".

En todo momento negó que maltratara a la joven, que es otra inculpación además del crimen, y ha negado que la llamara "loca". Mantuvo en todo momento que la "relación era buena", desde que empezaron a salir en 2013. "Nunca le hice nada, nunca la pegué", ha sostenido. En todo caso sugirió que la joven de Castro era "celosa" y a preguntas de su abogado confesó que ella había tenido "peleas" con otras "chicas" supuestamente por "celos". La noche del 9 al 10 de abril, ha relatado que estuvo con ella, en la pensión donde residía él en San Roque, pero aseguró que le había dejado en un zona próxima a la pensión en el coche de ella y alejada de la zona donde apareció el cadáver, precisamente en ese vehículo que era de la familia de la chica.

Finalmente, a preguntas de su abogado, César Lodos, sobre la reacción "fría" supuestamente mantenida después de enterarse del crimen, se limitó a justificar que él emplea "la sonrisa como mecanismo de defensa". "Me hace mantener la calma", ha defendido, al tiempo que ha admitido que la relación con el padre era "mala", pero con la madre, "buena". La Fiscalía solicita 25 años por el delito de asesinato, más dos años y medio por malos tratos. Por su parte, la acusación particular pide 25 años por asesinato y tres años por malos tratos.

Mientras, su abogado defiende la inocencia argumentando que todo se basa en "indicios", sin ninguna prueba que lo acuse. Al respecto, ha comentado que, pasados dos años, aún no ha aparecido el arma empleada, según la Fiscalía un objeto de "12 centímetros". "Entiendo que (el juicio) es una oportunidad para demostrar la inocencia de Ibrahima en primer lugar y es una buena oportunidad para valorar toda la investigación, ver lo que se les ha escapado por el medio e intentar que de ahí salga él o la o los responsables del crimen de Tatiana", ha esgrimido el letrado.

Lodos ha abundado que en la investigación, que dirigió la Policía Nacional, "se han convencido de que era él único culpable". "Y creo que es una investigación que ha carecido de un rigor de explorar otras vías", ha lamentado. Al respecto, ha incidido en que "no" hay pruebas, y que "los indicios que la Policía dirige son de horarios, de caminos o posibles caminos que haya seguido Ibrahima". "Y entiendo que esa no es la prueba de lo que ha ocurrido", ha apostillado. El juicio, con más de 50 testigos, se celebrará hasta el jueves en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Lugo, en que el jurado será el encargado del veredicto.