David Cámara, de 25 años, acudió a su centro de salud en Jaén para que le tratasen su ansiedad. Llevaba varios días con vómitos e insomnio, pero cuando su doctora supo cual era su orientación sexual, le aconsejó que iniciase un tratamiento para curar su homosexualidad, ya que era antinatural.

La doctora atribuyó todas sus dolencias a la homosexualidad e incluso le recomendó que se hiciera una analítica por la facilidad con la que los gays contraen y contagian enfermedades.

David presentó una queja en el centro de salud y se fue directamente al juzgado a denunciar a la facultativa por homofobia. Denuncia que para el centro de salud carece de fundamento, pero que es la segunda queja que recibe la misma doctora. Hace un año a otro paciente le dijo que su homosexualidad era un vicio que tenía que dejar.

La Federación Arco Iris de Gays y Lesbianas ha pedido que se le abra un expediente disciplinario. Según esta asociación, desde el pasado mes de mayo han derivado a la fiscalía antihomofobia media docena de casos sólo en Andalucía.

La Consejería de Salud defiende en un comunicado a la doctora. Asegura que la denuncia de David carece de fundamento, puesto que la doctora no trató la homosexualidad como una enfermedad y se dirigió al paciente de forma respetuosa.